La voluntad de su santidad

Hace unos días, su Santidad, el Papa de Roma, declaró que, ante todos los escándalos pedrastras provocados por la iglesia católica en las diócesis de medio mundo, había que condenar el pecado pero perdonar al pecador. Y, apostilló el artista, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Las palabras del santo padre provocaron una fuerte conmoción en este carpintero jazzeado que escribe. Medité y medité, e hice memoria, y por más que me exprimí el cerebro no recordé haberme cepillado a ningún monaguillo (ni a ninguna monaguilla)..... , lo que quiere decir que, por lo menos en asuntos pedrastras este carpintero jazzeado está libre de pecado, y por tanto puede tirar la primera piedra. Y, claro, me imagino que en la misma situación se encuentran un montón de ovejas descarriadas del rebaño del Señor, así que, pensé, lo mejor sería organizarnos para tirar la primera piedra. Por ejemplo haciendo una asociación de ciudadanos que, todavía, no se han tirado a ningún monaguillo y desean cumplir los deseos de su santidad lapidándole, por ejemplo, en la plaza de San Pedro.
¿Te apuntas?