Este es el último mueble
que hago para mi casa. Final, caput, se terminó.
En 1998 empecé a
desescombrar la ruina de la borda. Un día, cinco años después, me
fui de allí mordiendo el polvo. Juré que eso no se había
terminado, que no podía acabar así. No de esa manera.
Han pasado un montón de
años, pero soy un hombre de palabra. Fin de ciclo. Y encima con la
leñera hasta las trancas. ¿Qué más se puede pedir?
Salud y buen piojo p'a rascase.
PD. El Cabaré Voltaire está a punto de sacar un par de programas nuevos. Se trata de un tremendo culebrón galaico-mexicano. El primero de los dos programas ya está grabado y el segundo se grabará en cuanto termine de pulir Manu el guión.
Más salud.
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